7/5/18

Marx. El ojo rojo del profeta Marx. Jorge Bustos


El opio rojo del profeta Karl

Una noble tradición liberal obliga a estudiar a Karl Marx con el singular afecto que se reserva a los hijos descarriados. Cumplieron con ella inteligencias tan poco marxistas como las de Schumpeter, Berlin y Aron, y leyéndolos uno aprende que a los verdaderos portavoces del liberalismo les guía siempre el respeto intelectual por el adversario formidable. A Marx hay que respetarlo porque nació hace dos siglos en Tréveris pero su criatura renace desde entonces bajo ropajes nuevos tras cada derrota, con la misma tozudez con que el capitalismo se reinventa un segundo después de que la última crisis persuada a sus ingenuos enemigos de que es la definitiva.

30/3/18

Estoicismo


Estoicismo: la primera guía de autoayuda de la Historia

El comandante James Stockdale sobrevolaba Vietnam el 9 de septiembre de 1965 cuando su avión fue alcanzado y derribado. Logró saltar a tiempo, aunque una docena de hombres lo capturó apenas se quitó el paracaídas: estaba en territorio enemigo. Se dio cuenta de lo que eso suponía bastante antes de la paliza que le dejó una pierna rota y de su traslado al Hanoi Hilton, la prisión en la que sufrió tortura y en una de cuyas celdas -de un metro por tres y sin ventana- fue confinado. Pasó allí siete años y medio.

7/3/18

Los íberos conquistaron Europa con su cultura, pero no con sus genes





Los iberos conquistaron Europa con su cultura, pero no con sus genes
Un estudio de ADN explica cómo una vasija originada en la península se exportó al resto del continente

27/2/18

Neandertales. Los primeros artistas fueron neandertales

Los primeros artistas fueron neandertales

Tres cuevas españolas albergan pinturas rupestres de hace más de 64.000 años, antes de la llegada de los humanos modernos

22/2/18

Sentido de la justicia en niños y chimpancés




Niños y chimpancés tienen el mismo sentido de la justicia
Si alguien perjudica a otros, los humanos tendemos a querer que se le castigue para que no se vuelva a repetir su mala acción. Un equipo de científicos ha analizado los orígenes de esta motivación en unos experimentos con niños y con chimpancés y concluye que tanto los grandes simios como los niños a partir de los seis años quieren ver cómo el otro recibe el castigo

20/2/18

Cuarta revolución industrial


BAILANDO CON LOS ROBOTS

«Si en la Primera Revolución Industrial no se rechazaron el ferrocarril, ni las máquinas de coser o de vapor, y en la segunda mitad del siglo XIX tampoco se dio la espalda a la electricidad, hoy, en pleno siglo XXI, carece de sentido oponerse a la digital”

15/2/18

Amartya Sen. La economía no da la felicidad

LA ECONOMÍA NO DA LA FELICIDAD

Sen contrapone el Índice de Desarrollo Humano, tal y como lo calcula y publica actualmente la ONU, al indicador tradicional del PIB

EN el norte de Calcuta reside «el menos influyente de todos los economistas». Así es como se describe con auténtica modestia y una gran sonrisa Amartya Sen, que, sin embargo, recibió el premio Nobel en 1998. De hecho, se aplica a sí mismo el famoso aforismo del ilustre John Maynard Keynes según el cual «todos los políticos ponen en práctica, sin saberlo, las teorías de economistas que han muerto hace tiempo y cuyo nombre ignoran». En realidad, el keynesianismo, la intervención del Estado para «reactivar» la economía, solo se aplicó de verdad una generación después de la desaparición de Keynes, como respuesta a la crisis de 1973, aunque sin éxito. Pero a Amartya Sen, diga lo que diga, le consultan numerosos jefes de Estado, por ejemplo los tres últimos presidentes franceses, y Macron se declara abiertamente seguidor suyo. Lo que hacen realmente los jefes de Estado después de consultarle es otro tema.

Pero ¿qué es lo que dice Amartya Sen, en realidad, para que perturbe tanto el juego de los poderosos? Si resumimos hasta la máxima expresión su gigantesca y prolífica obra, Sen considera que fijar como objetivo de cualquier política económica el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) es un enorme error. La única utilidad de este indicador, afirma Sen, es que es fácil de calcular y hasta los imbéciles pueden entenderlo. Pero no refleja la situación de una sociedad. El cálculo del PIB da a entender que la sociedad se confunde con la economía y que la potencia nacional equivale al desarrollo.

Sen contrapone el Índice de Desarrollo Humano tal y como lo calcula y publica actualmente la ONU a este indicador tradicional del PIB, generalmente aceptado por los estadistas y los analistas, pero rara vez por los economistas profesionales. El PIB es cuantitativo y el índice de Sen es cualitativo. El PIB contabiliza el acero con las hortalizas, el carbón con el comercio, etcétera, lo que permite afirmar que China es la segunda economía mundial por detrás de EE.UU., lo que no tiene ningún sentido. El cálculo del PIB por habitante ya es más significativo y hace que China pierda 40 puestos en la clasificación de las potencias. Pero cae mucho más si se adopta el índice cualitativo de Sen. ¿Qué contiene que es tan inmaterial? ¿Y se puede calcular este índice objetivamente? Desde hace 50 años, la Asociación de Economistas para el Desarrollo Humano se esfuerza por hacerlo y lo mejora cada año incluyendo, entre otros, el nivel de educación, la esperanza de vida, la calidad de la atención médica y la igualdad entre sexos. Sen añade unos elementos difíciles de medir, pero fundamentales para el bienestar, como la libertad de expresión y el derecho a elegir a los dirigentes, en resumidas cuentas, la democracia. A Sen se le ha objetado, sobre todo en los regímenes autoritarios, que no se pueden calcular las libertades virtuales, mientras que las libertades concretas sí se pueden medir. Falso, replica Sen, porque la democracia está directamente relacionada con la economía, como ponen de manifiesto las hambrunas. No hay hambruna en democracia, y aunque pueda haber malnutrición, se corrige mediante la educación y unas políticas adaptadas. Esta relación entre el hambre, la forma extrema de la pobreza, y la democracia está arraigada en la infancia de Sen, que conoció la gran hambruna de Calcuta en 1943, debida en gran parte a la censura de la información por parte de los británicos; no se sabía que se habrían podido trasladar reservas de cereales de una región a otra. En democracia, semejante ignorancia es imposible. Los orígenes bengalíes de Amartya Sen también permiten explicar su enfoque de la economía. Cuando era niño, estudió en Santiniketan, donde conoció a Rabindranath Tagore, el más grande de los intelectuales indios, y al Mahatma Gandhi, que visitaba con frecuencia esta ciudad a la que Tagore convirtió en el laboratorio de sus ideas para la nueva India.
Tagore consideraba que el individuo era, a priori, perfectamente libre en cualquier civilización y que el objetivo de cualquier economía y de cualquier régimen político debía ser liberar sus aspiraciones, que es lo que Sen llamó «capacidad». Para lograrlo, la democracia le parece indispensable, porque permite la «deliberación» colectiva que evita los errores más graves. ¿Se debe recurrir a la economía de mercado o al estatismo para desarrollar las capacidades? «Soy pragmático, no un ideólogo», afirma Sen. «Ninguna agricultura puede prosperar sin la propiedad privada, y lo mismo ocurre con la industria, pero no existe ningún sistema educativo ni sanitario viable sin la intervención del Estado».

Si comparamos un cuadro de los países clasificados según el PIB o según el Índice de Desarrollo Humano, observamos algunas sorpresas. Hemos mencionado a China, pero India es más rica de lo que parece porque es democrática; Costa Rica, aunque es más pobre que Argentina, tiene una esperanza de vida 10 años más alta; y Noruega supera a Qatar, que materialmente es más próspero. «No pretendo tener razón», asegura Sen, «pero el papel de los economistas es argumentar y mi índice obliga a debatir; ese es el objetivo».

ABC  12 feb. 2018   GUY SORMAN

8/2/18

La seducción del Manifiesto Comunista. P. Schwartz


LA SEDUCCIÓN DEL MANIFIESTO COMUNISTA

COMO las sirenas de Ulises, la utopía marxista atrae navegantes con dulces sones y los huesos de los engañados se amontonan en la orilla. Pasados dos siglos del nacimiento de Karl Marx (1818-1883), su filosofía sigue atrayendo incautos. Quizá la mejor manera de explicar su opresiva presencia sea volver al más leído de sus escritos, el «Manifiesto Comunista».

5/2/18

El reducto murciano de los neandertales

El reducto murciano de los neandertales
Estos homínidos sobrevivieron al menos 3.000 años más que en el resto de Europa en varios yacimientos de la Península, entre ellos la cuenca del río Mula
La desaparición de los neandertales es el misterio más profundo del pasado remoto de la humanidad. Los científicos no han llegado a una teoría compartida sobre por qué esta especie de homínidos, la más cercana a nosotros, desapareció de la faz de la Tierra hace miles de años, pero, en cambio, sí están de acuerdo sobre el lugar en el que sobrevivieron sus últimos ejemplares: el sur y el oeste de la península Ibérica. Un estudio internacional publicado en la revista científica Heliyon sostiene que en tres yacimientos de la cuenca del río Mula, en Murcia, los neandertales sobrevivieron al menos 3.000 años más que en el resto de Europa, hasta su extinción hace unos 37.000 años.

El hecho de que resistiesen mucho más tiempo en algunas regiones también puede ofrecer pistas sobre los motivos de su extinción. Se trata de lugares que permanecieron relativamente aislados, con un impacto menos contundente de las variaciones climáticas, sobre todo de las glaciaciones, y, además, sin entrar en contacto con una nueva especie de homínidos que comenzó a poblar Europa desde África hace unos 40.000 años, los homo sapiens, nosotros.

"La persistencia de grupos de cazadores, en un momento de baja densidad poblacional, implica la ocupación de territorios de centenares de miles de kilómetros cuadrados, con los efectivos mínimos necesarios para escapar a la extinción", explica el portugués João Zilhão, investigador de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (Icrea, en sus siglas en catalán) en la Universidad de Barcelona y autor principal del informe, en el que también han participado científicos portugueses, españoles, alemanes, austriacos e italianos. "No se debería hablar de último lugar, sino de última región o últimas regiones". Con los datos disponibles actualmente, fue en las tierras ibéricas, al sur de la cordillera cantábrica y al sur y al oeste de la depresión del Ebro, donde los neandertales resistieron durante más tiempo como población biológica y culturalmente aislada.

En otros lugares de la Península también existen pruebas de su persistencia: se trata de los yacimientos de Gorham, en Gibraltar, y las grutas Da Oliveira y Foz do Enxarrique, en Portugal. Los responsables de la excavación gibraltareña sostienen que en ese lugar pudieron sobrevivir mucho más tiempo, hasta hace 28.000 años, pero la mayoría de los científicos ponen en duda estas dataciones, aunque sí reconocen que fue uno de los sitios en los vivieron los últimos neandertales. Las fechas de Murcia se basan en mediciones de radiocarbono y en la aparición de industria lítica asociada a esta especie en niveles de excavación correspondientes a esos periodos.

"Nuestra hipótesis es que, por razones relacionadas con las fluctuaciones climáticas de la época, la depresión del Ebro y las montañas del Sistema Ibérico funcionaron durante algunos milenios como barreras biogeográficas que impidieron el intercambio (de personas, de genes, de ideas). Según este modelo, fue entonces cuando llegaron los sapiens desde el Norte y los últimos ejemplares neandertales sucumbieron".

Estos fueron una especie que surgió en Europa hace unos 250.000-300.000 años. Por su corpulencia, siempre se les había relacionado con el frío y el norte del continente. De hecho, su nombre viene del valle de Neander, en Alemania. Sin embargo, en los últimos años se han multiplicado las excavaciones ibéricas, que han aportado datos fundamentales para mejorar la comprensión de esta especie. El Sidrón, en Asturias, Gorham y las cuevas murcianas se han revelado cruciales para cambiar la mirada sobre una especie que cada vez se muestra más inteligente y compleja, frente a la imagen estereotipada de humanos poco inteligentes y primitivos. Y, pese a su desaparición, la Península también ha demostrado su resistencia y capacidad de supervivencia.

GUILLERMO ALTARES 27 NOV 2017

https://elpais.com/elpais/2017/11/26/ciencia/1511719505_967652.html?id_externo_rsoc=GO_CC

10/8/17

Un mundo feliz

UN MUNDO FELIZ
EN un agosto lánguido y feliz, con los cerebros en «modo avión», los artículos deberían divagar sobre la fórmula secreta del calimocho, el costumbrismo playero, el pobre monstruo del Lago Ness o un súper divorcio entretenido. Pero esta semana ha ocurrido algo realmente importante. Ochenta y seis años después de la publicación de «Un mundo feliz», la inquietante profecía de Aldous Huxley ha comenzado a hacerse realidad. El hombre comienza a jugar a Dios, ha hollado una frontera a la que jamás se pensó que podría llegar: manipular el mismísimo origen de la vida.

El muy inteligente Huxley, un inglés hijo y nieto de grandes biólogos, escribió en 1931 su novela futurista, ambientada en 2540. El mundo está controlado por una dictadura benigna, en la que los embriones son modificados para ubicar a los seres humanos en diversas castas, cada una con una función preconcebida. Esta semana se ha conocido una proeza científica que en sí misma parece muy positiva: por primera vez se ha logrado borrar en un embrión humano una enfermedad hereditaria. La desgracia de una mala herencia genética y sus consecuentes lastres podrán ser corregidos en un laboratorio. Tan excelente nueva tiene una coda tremenda, que puede cambiar la faz de la humanidad. Del mismo modo, en unos años –y no muchos– será posible editar bebés a la carta para crear seres humanos más fuertes, más bellos y hasta más inteligentes que sus pares. Arribaríamos así a un clasismo inédito y aterrador, donde una élite podría costearse una progenie más perfecta que la de los incapaces de pagarse esas técnicas. La misma brecha se abriría entre los humanos de países ricos y pobres.

Estamos dando solo los primeros pasos y los científicos implicados hacen firmes proclamas éticas de qué no irán más allá, aseguran que se quedarán en la cura de enfermedades y no se embarcarán en una carrera eugenésica. Pero la historia no invita a creerles: todo lo que se puede hacer en un laboratorio al final siempre ha acabado haciéndose.

En paralelo está avanzando a velocidad vertiginosa la robotización y el desarrollo de la inteligencia artificial. El banco nipón Nomura y la Universidad de Oxford calculan que en veinte años la mitad de los empleos japoneses los podrán desempeñar máquinas. Los vehículos sin conductor son ya una realidad y liquidarán los trabajos de camionero y taxista, cuando el volante es hoy el primer empleo en 29 de los 58 estados de EE.UU. Elon Musk, el mago del coche eléctrico, el genio de Tesla, teme a la inteligencia artificial: «Con la AI estamos invocando al demonio. Puede ser más peligrosa que las armas nucleares». Tal vez sea demasiado pesimista. Por ejemplo, todas las apocalípticas advertencias maltusianas marraron: nunca hemos sido tantos y nunca ha habido menos hambre. Pero el Mundo Feliz que viene obligará a volver a mirar a los filósofos, porque aterrizaremos de bruces una vez más en una gran pregunta: ¿Es posible establecer unos límites morales si se da a Dios por finiquitado?

Huelga decir que no escucharán a un solo político español hablando de estos debates que cambiarán la Tierra. Están muy ocupados con Franco y el pazo de Meirás.


5 ago. 2017   ABC   VENTOSO

14/7/17

Liu Xiaobo, Cardet y nosotros. Hermann Tertsch

El comunismo es una empresa asesina reiterada desde hace un siglo

MURIÓ ayer bajo vigilancia policial. Al final lo mató el gran monstruo. El peor y más terrible Leviatán. Un estado implacable que gobierna, controla y castiga a 1.400 millones de seres humanos, se había obsesionado con castigarle a él. A Liu Xiaobo, un hombre frágil, un simple escritor. Pero en el que el poder comunista adivinaba toda la fuerza del espíritu capaz de surgir del ser humano. Y toda la valentía imaginable en la persona para defender la verdad. En la peor noche del terror. En la soledad más absoluta del encierro y la incomunicación. Lo encarceló y lo hizo desaparecer para sus compatriotas. Después de firmar la Carta 2008 que demandaba derechos civiles y humanos para los chinos, su suerte estaba echada. Le condenaron en 2009 a once años de prisión por «incitar a la subversión contra el Estado». Pese a sus contactos occidentales el tratamiento al preso fue desde un principio atroz. El aparato represivo chino extremó su crueldad con él. Hasta el final. No pudo tener siquiera algo de intimidad con su querida mujer Liu Xia. Ni horas de libertad porque años de maltrato, de comidas de espanto y falta de tratamiento de sus problemas de salud habían traído consigo un cáncer que lo devoró sin que permitieran tratarlo hasta que fue tarde. Como no había podido ir a recoger su Premio Nobel de la Paz en 2010, no pudieron siquiera sacarle esta semana a Occidente, donde se intentaba organizar con urgencia un tratamiento a la desesperada del cáncer de estómago que lo ha matado.

20/6/17

Ciencia y religión ¿son compatibles?

Ciencia y religión: ¿son compatibles?
"La ciencia y la religión son como dos ventanas diferentes para observar el mundo", asegura el autor, reconocido experto en biología y teología